Es el momento de reconsiderar nuestras estrategias y centrarnos en el aumento de la calidad de los silajes de primavera. Creemos en la diversificación como una medida inteligente para gestionar riesgos. No apostar todo a un silo de maíz permite una mayor estabilidad en la cadena de suministro forrajero y, al mismo tiempo, mejora la calidad de la dieta del ganado.

Reconocemos la importancia de dos aspectos clave en el proceso de ensilaje: la determinación del momento óptimo de picado y la inoculación. Estos factores ejercen un impacto significativo en la calidad nutritiva y fermentativa de nuestras reservas forrajeras.
Desde la campaña 2006/2007, hemos sido testigos del crecimiento constante en la participación de los silajes de primavera en la presupuestación forrajera de las empresas ganaderas de carne y leche. Este cambio de tendencia no solo representa una evolución estratégica, sino también la oportunidad de diversificar riesgos, rompiendo con la dependencia exclusiva de un silo de maíz.

Contamos con un equipo altamente experimentado y el equipamiento más avanzado para el ensilaje de forrajes primaverales. Nuestra destreza abarca desde la determinación precisa del momento óptimo de picado hasta la implementación eficaz de inoculantes que mejoran la fermentación y, en última instancia, la calidad nutritiva de las reservas forrajeras.

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